Mi amor sin ser artificio
se convierte en mariposa,
hacia ti volando airosa
cuando el amor es propicio.
Bella eres cual te veo
en tu plena madurez,
mantienes con esbeltez
cuerpo digno de un siseo.
Enardece mi deseo
verte sin nada ficticio.
Sin temor al sacrificio
que me ocasione el amarte
dispuesto estoy a entregarte
mi amor, sin ser artificio.
Sé no serte indiferente,
me lo confiesan tus ojos
y algunos leves sonrojos
en tus mejillas y frente
que sorprende de repente
mi mirada codiciosa.
La sangre bulle ardorosa
y quisiera, con delicia,
sentir como tu caricia
se convierte en mariposa.
Enamorado, a tus plantas
me postro en suplicación.
¡Ríndeme tu corazón!
¡Bien sabes cuanto me encantas!
Mis deseos soliviantas
con tu pose cariñosa
No me defraudes,¡preciosa!
no me veas casquivano
y no rechaces mi mano
hacia ti, volando airosa.
Estrecharte entre mis brazos,
sentir tu ardor palpitante,
permitiendo delirante
que se estrechen nuestros lazos.
No más dudas ni más plazos,
que no sea el prejuicio
de lo social el suplicio
que nos someta a su veto.
Despreciemos lo indiscreto
cuando el amor es propicio.
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