¿PARA QUÉ?
De sentimientos ya no puedo hablar,
mi corazón ya no consigue odiar.
Aunque esté harto de mis gobernantes,
de extremistas de todo intolerantes,
de corruptos, ladrones y farsantes
y de tantos gamberros insultantes.
No merecen gastar mis energías
en vanas discusiones ni porfías.
Solo me queda ocuparme en amar
a la familia en todos los instantes
y a mi esposa darle mil alegrías.
De sentimientos ya no puedo hablar,
mi corazón ya no consigue odiar.
Aunque esté harto de mis gobernantes,
de extremistas de todo intolerantes,
de corruptos, ladrones y farsantes
y de tantos gamberros insultantes.
No merecen gastar mis energías
en vanas discusiones ni porfías.
Solo me queda ocuparme en amar
a la familia en todos los instantes
y a mi esposa darle mil alegrías.
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