OJOS AL CIEGO
Viendo pasar a un perro con su ciego
tan confiado, sujeto a la traílla;
me dije por bajines, - Maravilla
tal compenetración, calma y sosiego-.
Can adiestrado
con gran esmero,
fiel compañero
si bien cuidado.
Ojos al ciego
le da y le guía,
no hay jerarquía,
todo es apego.
Es lazarillo
sin picaresca
que no arma gresca,
astuto y pillo.
Sigo pensando; ¡Cuántos corazones
pacientes, solidarios colaboran
en dar felicidad y corroboran
que aún hay en los hombres ilusiones!
2 comentarios:
Ojala se convirtiera en mareilla eso que expresa la poesía. Un mundo más humano y no menos coherente. Me refiero a los hombres y mujeres, no a los perros que son muy majos, sobretodos los perros guía que alguno he visto.
Gracias, Carlos por tu visita y agradable comentario. Maramín
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