Mareílla 2

HARAGÁN

A gusto estaba soñando,
dormía como un bendito,
el reloj sonó.¡Maldito!
Y mi sueño huyó temblando.

Mañana
tan fría,
sentía
galbana.

Trabajo
faltaba,
yo estaba
pingajo.

Salí,
busquè,
no hallé,
volví.

No quedaba ya en mi casa
más que un mendrugo de pan,
por desgraciado haragán
todo me lo tomo a guasa.