Hoy estás mi señora melancólica,
tu visión de la vida es depresiva,
te sientes tan inútil y aprensiva
que precisas de ayuda y no la alcohólica.
Acaricias la idea diabólica
de que no deberías seguir viva,
y sacas la impresión, por intuitiva,
de lo ectópica que es tu metabólica.
Ya no busques los nortes y los sures,
ni vislumbres por estes ni en oestes.
Más vale que en tu centro te asegures.
Ni pienses que estás loca ni te testes
delante del espejo y te figures
que ya has envejecido.¡No protestes!
tu visión de la vida es depresiva,
te sientes tan inútil y aprensiva
que precisas de ayuda y no la alcohólica.
Acaricias la idea diabólica
de que no deberías seguir viva,
y sacas la impresión, por intuitiva,
de lo ectópica que es tu metabólica.
Ya no busques los nortes y los sures,
ni vislumbres por estes ni en oestes.
Más vale que en tu centro te asegures.
Ni pienses que estás loca ni te testes
delante del espejo y te figures
que ya has envejecido.¡No protestes!
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